«Situación Económica y Financiera: Argentina y Mercados Globales»

Nov 21, 2025

El panorama económico y financiero argentino muestra una dinámica marcada por la continuidad del programa de reformas del Gobierno, un proceso de normalización gradual en los mercados y señales mixtas en los sectores productivos. El presidente Javier Milei reiteró recientemente que no reducirá el ritmo reformista y anticipó que la agenda económica continuará profundizándose, afirmando que aún “quedan 600 mil decretos por salir”. Para el Gobierno, las elecciones legislativas de octubre validaron políticamente el rumbo elegido y reflejaron una demanda social por un cambio estructural, luego de una Argentina que en 2023 se encontraba “al borde del precipicio”. Bajo esta visión, el sector privado es convocado a acompañar activamente el proceso de transformación.

En el plano monetario, los datos recientes muestran que el Tesoro volvió a recomponer posiciones en moneda extranjera después de varias semanas de pausa. Los depósitos en dólares aumentaron en torno a u$s 97 millones, mientras que los depósitos en pesos se redujeron en una magnitud similar. A esto se suman operaciones preliminares que indican compras adicionales por u$s 200 millones el lunes, u$s 50 millones el martes y u$s 24 millones durante la semana previa. Si estas cifras se confirman, el Tesoro acumularía compras por unos u$s 1.281 millones en noviembre, mayormente adquiridos al Banco Central. Según analistas de PPI, la canalización de estas operaciones a través del Mercado Libre de Cambios es esencial, ya que contribuye a sostener la estabilidad del dólar spot por debajo del techo de la banda cambiaria, acompaña el proceso de baja de tasas y colabora con el saneamiento del balance del Banco Central.

En los mercados financieros se observa una actividad intensa, impulsada por una ola de emisiones en dólares que supera los u$s 3.500 millones en solo tres semanas, un volumen que evidencia un renovado apetito por riesgo argentino. La Ciudad de Buenos Aires volvió a los mercados internacionales luego de siete años, colocando u$s 600 millones a ocho años con una tasa del 8,125%. En el ámbito corporativo, empresas como Tecpetrol, Transportadora de Gas del Sur, YPF, Pluspetrol, Pampa Energía y Edenor realizaron emisiones relevantes, fortaleciendo perfiles de deuda y normalizando el acceso al financiamiento externo.

En cuanto a la deuda soberana, Argentina enfrenta el 9 de enero un vencimiento de alrededor de u$s 4.500 millones correspondiente a los bonos reestructurados en 2020. A diferencia del panorama de inicios de 2024, cuando las reservas netas eran negativas y el acuerdo con el FMI estaba virtualmente paralizado, el contexto actual es más favorable. El respaldo explícito del Tesoro de Estados Unidos, la activación del swap con China por u$s 20.000 millones y una mayor estabilidad financiera generan un marco más robusto para enfrentar este compromiso sin tensiones. El mercado no anticipa riesgos de incumplimiento y mantiene la expectativa de que hacia 2026 Argentina podría recuperar un acceso pleno al crédito internacional, lo que permitiría facilitar refinanciaciones voluntarias y ampliar las fuentes de financiamiento tanto para el sector público como para el privado.

En el plano productivo, el agro mostró señales positivas tras el memorando de entendimiento firmado entre Agricultores Federados Argentinos y ADNOC Global Trading, vinculada al grupo energético estatal de Abu Dabi, para impulsar proyectos en biocombustibles y derivados. Este acuerdo confirma la capacidad del agro argentino de integrarse a cadenas globales y alinearse con tendencias internacionales de transición energética, aunque persiste la necesidad de un marco regulatorio estable que incentive inversiones de largo plazo. En contraste, el segmento PyME continúa evidenciando fragilidad: la mora del sistema de Sociedades de Garantía Recíproca pasó de 0,8% a 1,6% entre enero y septiembre, mientras que la mora específica del segmento PyME aumentó del 7% al 10%. Si bien estos niveles no son críticos, la tendencia revela dificultades en el acceso al crédito y en el financiamiento de capital de trabajo en un contexto de tasas aún elevadas.

A nivel internacional, la Reserva Federal mostró un mayor desacuerdo interno en relación con el sendero de la política monetaria. Aunque se aprobó un recorte de tasas, las opiniones se dividieron entre quienes advierten riesgos derivados de la desaceleración del mercado laboral y quienes prefieren actuar con cautela ante una inflación que todavía no encuentra un nivel de consolidación. Las probabilidades de un nuevo recorte en diciembre se redujeron al 33%, mientras que la probabilidad de un recorte en enero asciende al 66%, según el CME FedWatch. De todos modos, la mayoría de los funcionarios coincide en que habrá más reducciones, aunque no necesariamente en el corto plazo.

En los mercados globales, el sector tecnológico volvió a destacarse, motorizado por los resultados extraordinarios de Nvidia, cuyos ingresos del tercer trimestre crecieron 62% interanual hasta alcanzar los u$s 57.010 millones. Su CEO, Jensen Huang, desestimó la idea de una burbuja en inteligencia artificial y sostuvo que la industria transita un proceso de crecimiento real y sostenible. El desempeño de Nvidia impulsó a otras compañías del ecosistema tecnológico, como AMD, Broadcom y Eaton, mejorando el sentimiento inversor luego de semanas de correcciones vinculadas a valuaciones elevadas. Por su parte, los grandes family offices de inversores ultrarricos realizaron movimientos relevantes: Appaloosa aumentó su exposición en acciones castigadas, Icahn Capital incrementó posiciones en International Flavors & Fragrances, Omega Advisors amplió su apuesta por aseguradoras de salud como Cigna y Elevance Health pese a sus recientes caídas, y Soros Fund Management reforzó significativamente su posición en Apple y Amazon, convirtiendo a esta última en su mayor tenencia.

Finalmente, en Europa, los datos inflacionarios del Reino Unido mostraron una moderación más clara, con una inflación interanual del 3,6% en octubre y una inflación subyacente del 3,4%. La desaceleración se explicó principalmente por menores incrementos en los precios del gas, la electricidad y los servicios hoteleros, mientras que los alimentos y las materias primas mostraron aumentos más moderados. En conjunto, los datos refuerzan la expectativa de un proceso gradual pero sostenido de desaceleración inflacionaria en la economía británica.