Los mercados globales operan en un entorno de cautela y expectativa, marcado por las negociaciones comerciales internacionales y los primeros indicios de reconfiguración en las cadenas de suministro globales. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron estables durante la jornada, reflejo de una actitud de espera por parte de los inversores que siguen de cerca el avance de las negociaciones comerciales entre las principales economías del mundo. La estabilidad en los rendimientos sugiere que, por el momento, el mercado de renta fija no anticipa movimientos bruscos en las tasas ni en la política monetaria de corto plazo.
En Europa, los mercados bursátiles registraron subas moderadas, impulsadas por el optimismo ante las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China, actualmente en desarrollo en Suiza. El apetito por riesgo mejoró ligeramente, con los sectores industriales y tecnológicos liderando las ganancias en los principales índices del continente.
Por su parte, China reportó un crecimiento en sus exportaciones, desafiando expectativas de desaceleración. El repunte estuvo impulsado por una fuerte demanda desde los países del sudeste asiático, lo que logró compensar la persistente caída en el comercio con Estados Unidos. Este fenómeno refleja una diversificación geoeconómica por parte de China, en busca de nuevos socios comerciales para contrarrestar el impacto de los conflictos arancelarios.
Entre los temas clave que podrían mover los mercados en la próxima sesión, los analistas destacan la evolución de las negociaciones entre Washington y Pekín, la publicación de datos de inflación en Europa, los resultados trimestrales del sector tecnológico en Estados Unidos y nuevas intervenciones públicas de miembros de la Reserva Federal. Todos estos factores podrían influir significativamente en el sentimiento de los inversores a corto plazo.
En el Reino Unido, la respuesta de los mercados financieros fue poco entusiasta ante el anuncio de un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos. A pesar del discurso oficial optimista, la falta de detalles sobre los sectores beneficiados generó dudas entre los participantes del mercado, en especial respecto al impacto real en el comercio de bienes y servicios británicos.
Finalmente, el asesor financiero Josh Brown analizó la campaña de promoción del acuerdo comercial anglo-estadounidense, señalando que si bien su firma está aprovechando las oportunidades mediáticas que genera esta narrativa, existe el riesgo de una desconexión entre la política y la economía real. Brown subrayó que los mercados tienden a reaccionar con fuerza a las noticias comerciales, pero que los resultados concretos suelen tardar en materializarse.