La economía argentina transita una fase decisiva marcada por el avance de reformas estructurales tributarias y laborales que el Gobierno enviará al Congreso tras el 10 de diciembre. El objetivo central es simplificar el sistema impositivo, reducir la carga fiscal sobre personas y empresas y fortalecer el mercado de capitales como pilar de financiamiento. En paralelo, organismos como la Agencia de Recaudación y Control Aduanero señalan un incipiente proceso de recomposición de competitividad frente a la región, aunque persisten desafíos vinculados a la volatilidad cambiaria y al cumplimiento de metas con el FMI.
En el frente cambiario, los recientes movimientos del dólar responden principalmente a factores políticos y electorales, reflejando la sensibilidad típica de una economía bimonetaria. Aunque la volatilidad no refleja desequilibrios estructurales inmediatos, la posición externa continúa frágil: Argentina se ubica alrededor de USD 9.000 millones por debajo de la meta de reservas para diciembre, condicionando la estabilidad cambiaria y la credibilidad del programa.
En los mercados financieros, los bonos soberanos comenzaron a valorarse por rendimiento y no exclusivamente por riesgo de default, con paridades cercanas al 80% y un riesgo país en descenso. Este cambio refuerza la percepción de sostenibilidad fiscal y abre la puerta a una mejora gradual en la curva de tasas y en la capacidad del Tesoro para refinanciar vencimientos en condiciones más favorables.
En el plano inflacionario, la desinflación continúa consolidándose: octubre registró un 2,3% mensual y un 31,3% interanual. La moderación inflacionaria responde a la consistencia fiscal-monetaria, aunque persisten riesgos vinculados al proceso de corrección de precios regulados y eventuales presiones cambiarias. La mejora sostenida del índice núcleo refuerza expectativas de recuperación del poder adquisitivo.
A nivel internacional, Argentina firmó un Acuerdo de Comercio Recíproco e Inversiones con Estados Unidos que abarca sectores estratégicos como acero, aluminio, carne, automotrices, tecnología y productos médicos. Este hito abre nuevas oportunidades para integración productiva y atracción de inversiones en un contexto global de reconfiguración de cadenas de valor.
Los mercados internacionales muestran cautela tras el fin del shutdown estadounidense. Los rendimientos de los Treasuries se movieron levemente, mientras el mercado asigna cerca de 50% de probabilidad a un recorte de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en diciembre. En China, los datos de inversión y actividad confirman un deterioro marcado, especialmente en el sector inmobiliario, impactando a los mercados asiáticos. En Europa, el mercado de gilts reaccionó con subas de tasas ante expectativas de mayor déficit fiscal en Reino Unido.