«Argentina ante el desafío de la estabilidad en un mundo de tasas altas»

Oct 17, 2025

La economía mundial transita un período de transición marcado por la combinación de tasas de interés elevadas, tensiones geopolíticas y desaceleración del comercio global, mientras los mercados financieros muestran una mayor selectividad y menor tolerancia al riesgo. En este contexto, Argentina busca recuperar estabilidad macroeconómica con el respaldo de un nuevo acuerdo financiero de gran escala.

En los últimos días, cuatro bancos estadounidenses de primera línea J.P. Morgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citigroup iniciaron conversaciones con el Departamento del Tesoro de EE. UU. para otorgar al país un préstamo por u$s 20.000 millones, que se sumaría al swap oficial de otros u$s 20.000 millones anunciado por la administración Trump.
El paquete total de u$s 40.000 millones apunta a reforzar las reservas internacionales, estabilizar el tipo de cambio y sostener la estrategia económica del Gobierno en la antesala de las elecciones legislativas del 26 de octubre.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que el financiamiento privado se encuentra en etapa avanzada de negociación, condicionado al cumplimiento de metas fiscales. En paralelo, el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili mantuvieron reuniones con inversores internacionales, donde se percibió un renovado interés por los activos argentinos, aunque todavía con cautela frente a la incertidumbre política y cambiaria.

En el plano financiero, el dólar blue se mantiene en torno a $1.465, con una brecha mínima frente al tipo de cambio oficial, lo que refleja una mayor estabilidad cambiaria tras las recientes intervenciones coordinadas entre el Tesoro norteamericano y el BCRA. La inflación mensual de 2,1% en septiembre y el estancamiento de la actividad muestran una economía en pausa, a la espera de señales de consolidación fiscal y acceso sostenido a financiamiento externo.

A nivel internacional, los mercados financieros atraviesan una fase de ajuste monetario y revalorización de activos refugio.
En Estados Unidos, la Reserva Federal mantiene una postura restrictiva para consolidar la desinflación, lo que ya impacta en el crédito corporativo y de consumo. Las recientes pérdidas reportadas por Zions Bancorp y Western Alliance Bancorp reactivaron la preocupación sobre la calidad crediticia del sistema bancario regional. A su vez, la demanda de bonos del Tesoro estadounidense se fortaleció, reduciendo los rendimientos de corto plazo y reflejando una preferencia por instrumentos de alta calidad crediticia.

En Europa y Asia, los indicadores de actividad industrial y comercial siguen debilitándose, afectados por las tensiones entre Washington y Pekín tras las nuevas restricciones chinas a la exportación de tierras raras y la amenaza de aranceles del 100% por parte de Estados Unidos. Estas fricciones reavivan la incertidumbre sobre el equilibrio del comercio internacional y presionan las expectativas de crecimiento global hacia 2026.